A continuación trataremos de explicar las diferentes clases de riesgo que debemos tener en cuenta para un correcto mantenimiento de la madera y un breve consejo al respecto:

Mantenimiento madera exterior: posiblemente en contacto con el suelo o el agua, además de poder sufrir riesgo continuo de termitas.
Aunque haya maderas que resistan al exterior mejor que otras, al estar a la intemperie, permanente está expuesta a las inclemencias del tiempo como puede ser la lluvia, el sol, etc. Dependiendo de la calidad del tratamiento que haya recibido previamente a su colocación, requerirá de un mantenimiento periódico necesario para evitar que el madera se afee y se deteriore.

Lo normal es proceder a la limpieza de la superficie dañada mediante chorro de arena, después administrar la imprimación que se necesite en cada caso en concreto para su protección y posteriormente aplicar un lacado y/o barnizado.

Pero se puede dar el caso de que la madera esté en contacto permanente con agua salobre o salada, algo que sin duda requiere un tratamiento especial y totalmente personalizado, en función de los daños que haya sufrido la superficie.

Otro de los peligros que puede sufrir la madera es cuando está cubierta por un techo, pero está expuesta a la lluvia y por lo tanto permanece temporalmente humedecida.

Y por último, uno de los riesgos más comunes suele ser tener la madera cubierta por un techo de manera que constantemente está seca, por lo que su mayor amenaza es sufrir un ataque de comején (termitas de madera seca, barrenillos y abejones).

Como vemos el mantenimiento de la madera dependerá de cada caso en particular.

En Galvañ lacados te asesoramos de manera totalmente personalizada la solución más adecuada, aportando soluciones reales y prácticas. No dudes en ponerte en contacto con nosotros y comentarnos tu caso particular.