Dentro del proceso de limpieza de barcos y puesta a punto, la prevención y el tratamiento de la osmosis es uno de los puntos más importantes. Es una enfermedad infecciosa de obra viva y se presenta en forma de ampollas de agua. Las encontramos entre las capas de material plástico que todos hemos visto alguna vez, y significan que la infección está ya muy avanzada.
Es imprescindible que, antes de salir a navegar en la temporada invernal, realicemos un tratamiento antiosmosis adecuado. Y, en caso de que nuestra embarcación ya esté afectada, tratarlo sin perder tiempo y recuperar el casco del barco lo antes posible.
Pero, ¿por qué se produce la osmosis?
Normalmente, el uso de materias primas de escasa calidad y su aplicación no profesional son las causas principales de la osmosis en el bote. Más concretamente, todos estos factores pueden estar detrás de esta enfermedad en el casco:
- Presencia de resina no catalizada.
- Presencia de impurezas solubles en el agua.
- Presencia de microporosidades en el Gel Coat o en tejido de vidrio (aparecen cuando queda aire atrapado durante la fase de construcción).
¿Qué hacer si mi embarcación tiene osmosis?
Para poder reconocer si nuestro barco está afectado por esta patología, es imprescindible que cada año revisemos la carena, después de finalizar la temporada estival. Es necesario limpiarla con una hidrolimpiadora, dejarla secar y observarla. Si ve unas ampollas en forma de cúpula, duras y con un líquido en su interior con fuerte olor avinagrado, esa es la señal de que la osmosis ya ha hecho su aparición.
El siguiente paso, una vez identificado el problema, es quitar el ciclo aplicado en los lados, en la popa, en el centro y en la proa. También hay que comprobar si la humedad supera el 10% y, muy importante, utilizar un sensor de cojinete.
Cuando realizamos la limpieza de barcos y nos damos cuenta de que tenemos un problema de osmosis, se debe retirar completamente el Gel Coat. Siempre recomendamos que lo haga un profesional con la técnica del arenado, que es la más efectiva. Éste se encargará de que el resultado sea el mejor posible. Después de este punto, es necesario aplicar el cincelado de la superficie. Luego hay que comenzar con la fase de secado, dejando el barco varar al aire libre con una protección de nylon. Durante este proceso, se debe lavar a menudo el casco con agua dulce, para ir eliminando el líquido que sale de dentro.
Una vez haya finalizado el secado, es el momento de la impermeabilización, aplicando un material espesor de forma pautada, mano por mano, y masillando todas las imperfecciones que pueda haber. Por último, habría que aplicar el antiincrustante y ya tendríamos el tratamiento de osmosis listo.
Dentro del proceso de limpieza de barcos, si seguimos estos pasos será muy fácil sanear nuestro bote y dejarlo listo para navegar la próxima temporada veraniega. Y para saber cómo proteger y tratar la madera de tu barco, pincha en este enlace.
