Es una tendencia que viene pisando fuerte desde hace unos años, y que no pasa de moda: las puertas lacadas en blanco. No solo se trata de un gusto pasajero. Las puertas blancas tienen muchas ventajas a nivel estético y funcional dentro de una vivienda. Por eso, no faltan en cualquier estilo que se lleve cada temporada, desde el nórdico, hasta el más moderno y minimalista. Las puertas lacadas en color blanco son una opción ideal de decoración de interiores por todos estos motivos.

Pegan con todo

Elegir el color blanco, en cualquiera de sus tonalidades, para las puertas interiores de una vivienda es todo un acierto. Ofrecen un sinfín de posibilidades de combinar la decoración del resto de la casa. El blanco pega con todo, así que puedes jugar con los tonos de las paredes y del suelo. Si te atreves con unos colores más fuertes en la pared, quedarán geniales y le darán un constaste de luminosidad a la estancia. Y si las combinas con un suelo de madera oscuro, el efecto es espectacular. Las puertas blancas también permiten arriesgar un poco más con los muebles, si no quieres que sean blancos al cien por cien. Cualquier tonalidad que elijas combinará a la perfección con el lacado en blanco.

Habitaciones más luminosas y espaciosas

El color blanco tiene una ventaja insuperable: le da luminosidad y amplitud a cualquier habitación. Si elijes puertas lacadas en blanco le darás un toque de luz a la estancia, y una mayor sensación de espacio. Las habitaciones con elementos en colores claros, especialmente el blanco, parecen más grandes y reflejan mejor la luz natural. Las puertas blancas no oscurecen el ambiente y dan mucha calidez.

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Elegancia y sofisticación

Desde el punto de vista estético, el color blanco siempre es sinónimo de elegancia y sofisticación en una vivienda. La decoración del hogar que tiene el blanco como base tiene un toque de delicadeza, belleza y distinción. La mejor combinación para unas puertas blancas son los recibidores del mismo tono, y un parquet en tonos grises oscuros, o de la gama de robles. Y si las puertas están decoradas con cristal o metales, o cualquier otro elemento decorativo que les dé una pincelada de color, tendrás una decoración de alto nivel.

Permiten cambiar la decoración más a menudo

Como el blanco es un tono que pega con todo, tener las puertas lacadas en este color permite cambiar la decoración de la casa cuando te apetezca. La pintura de las paredes, por ejemplo, puedes sustituirla por cualquier otro color cuando quieras, ya que el blanco quedará bien con cualquier tonalidad que elijas. Lo mismo pasa con el suelo: si vas a renovarlo, puedes jugar con distintos tonos ya que las puertas aguantarán cualquier color que quieras poner.

Puertas blancas lacadas en dos colores

Si lo que quieres lacar es, por ejemplo, la puerta de entrada a la vivienda, el color blanco te dará mucho juego. Una idea que te recomendamos es combinar dos colores y estilos distintos. La parte de la puerta que da a la calle puedes lacarla en un color roble original de la madera, con una buena capa de protector para exteriores. Y, por dentro, una opción genial es lacarla en blanco para que aporte más luminosidad a la zona.

¿Quieres renovar las puertas de tu casa? Ponte en contacto con nosotros y pregunta por el lacado de puertas en color blanco o en cualquier otro tono que te guste.

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