La historia de la restauración se remonta al mismo momento en que el hombre empezó a valorar su patrimonio heredado, apreciando y cuidando las obras de sus antepasados. Cada mueble tiene una historia y nos gusta que quienes traen a nuestro taller sus piezas nos la cuenten, porque nos transmiten la esencia del mueble. En algunas de las piezas aplicamos para su restauración el método decapé, un método de envejecimiento de muebles de origen francés.
La técnica decapé tuvo sus orígenes en la época de Luis XV. Esta técnica consiste en crear una veladura que suaviza e ilumina el aspecto del mueble. Los muebles decapé armonizan perfectamente con paredes pintadas en tonos cálidos o pálidos. Históricamente se ha utilizado esta técnica para cambiar la decoración sin hacer grandes desembolsos. En los palacios franceses se decapaban sobre todo muebles pequeños y de asiento y luego se pintaban utilizando esta técnica.
Para tratar los muebles con esta técnica se utilizan los siguientes materiales: lijas de madera, pintura plástica mate blanca o de color suave, látex, pinceles y brochas, cera de ebanista y pintura al óleo color nogal. El procedimiento que aplicamos es el siguiente:
En primer lugar procedemos a abrir el poro de la madera lijándola en el sentido de la veta. Mezclamos a partes iguales látex, agua y pintura y con el pincel extendemos una fina capa de veladura por toda la pieza. Después lijamos suavemente algunas zonas, de forma que las rayadas descubran el color del fondo. Una vez se haya secado la veladura podemos darle una segunda mano con el mismo procedimiento de pintado y lijado insistiendo en los cantos del mueble. Es muy importante que la capa sea muy fina, con el pincel prácticamente seco, para obtener el color deseado.
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En segundo lugar, enceramos el mueble y lo dejamos secar. Una vez seco podemos frotarlo para darle brillo con un trapo que no desprenda fibras o con un cepillo suave. Dependiendo del color que queramos ver en la terminación ordenaremos los colores para que se muestren de menor a mayor intensidad, dejando el color más claro para la última mano y el más oscuro para la primera, aunque se puede hacer al contrario, es cuestión de gustos. Para evitar que la pintura se seque entre capa y capa utilizamos cera incolora.
Procedemos a dar las manos de pintura de cada color, extendiendo bien la pintura en todas ella pero cubriendo bien el color y dejándolo secar entre mano y mano, aplicando una capa de cera aleatoriamente sobre la pieza, para el decapado posterior. Es importante hacer este tipo de acabados por zonas, porque si hacemos todo el mueble de una vez la pintura secaría de más y nos encontraríamos con que en el decapado no aparecerían los colores inferiores, si no la madera.
Para decapar usamos la lana de acero 0000, la más fina, y cera incolora. Vamos desgastando al gusto hasta que van apareciendo los colores inferiores. Una vez estamos contentos con el desgaste procedemos a dejar secar bien 24 horas, para que las manos de pintura endurezcan y quede bien curado el producto en el mueble. Una vez seco, procedemos a darle una terminación con cera incolora. Los resultados son sorprendentes y aportan al mueble un nuevo estilo, lo rejuvenecen y le dan la vida que necesita para volver al hogar familiar y resistir el paso de los años con estilo y personalidad.