Las piscinas necesitan un mantenimiento continuo a lo largo del año, algo que muy a menudo olvidamos cuando acaba la temporada estival. Solemos revisar el estado de la piscina justo antes de que llegue el verano, cuando tenemos que llenarla de agua otra vez y prepararla para el baño. Cuando el mantenimiento y la limpieza de piscina no se prolonga durante los meses de inviernos, podemos encontrarnos con que la piscina ha sufrido daños considerables y hay que realizar una reparación más a fondo. Pero, ¿cómo saber cuándo necesita la piscina una rehabilitación? Sigue leyendo y te damos algunas pistas.
El color del gresite
El material que suele recubrir las piscinas es el gresite. Cuando vemos que el interior del cubículo tiene un color blanquecino, sabemos que es hora de arreglarlo. Esto pasa por el efecto del agua y porque no se realiza un limpieza con arenado anual, que es lo recomendable. Si dejamos que la suciedad y el cloro se acumulen durante varios años, al final el gresite acabará deteriorándose.
Granito de color amarillo
Si nuestra piscina está hecha con granito, también debemos revisar el color de la piedra para saber si necesita una mano de chorreado de arena para limpiarlo en profundidad. Normalmente, cuando no realizamos un mantenimiento habitual, el granito se vuelve de color amarillento, y en algunos casos oscuro.
Grietas en las paredes
Con el paso de los años, es bastante normal que las paredes del cubículo de la piscina empiecen a presentar grietas. Estos desperfectos provocan pérdidas de agua, y el deterioro rápido de la construcción. Para prevenir este problema, lo más recomendable es darle a la piscina una mano de arenado, una vez al año, para eliminar todos los poros, grietas e imperfecciones de la superficie. Si detectas una grieta, contacta con un profesional del arenado y limpieza de piscinas para arreglarlo lo antes posible.
Fugas de agua
Una fuga de agua en la piscina puede producirse por muchas razones. Por grietas, por el desagüe, por el filtro… Sea cual sea la causa, cuando lo solucionamos es necesario también eliminar la pintura y el gresite de la piscina que recubre las paredes y el fondo. Así permitiremos que la nueva apa de poliéster y pintura se adhiera bien a las paredes. Para esta eliminación total de la pintura y el gresite utilizamos también el la pistola de arenado.
El suelo del exterior resbala
Es un problema de seguridad muy grave en las piscinas. Cuando notamos que el suelo de piedra que rodea la piscina resbala más de la cuenta, sobre todo cuando tiene agua, es hora de ponerle solución. De no ser así, pueden producirse accidentes de gravedad como caídas. En caso de que hayas notado este inconveniente, es necesario limpiar la piedra con la técnica del chorreado de arena a presión para devolverle un estado adecuado. Si después del arenado el problema persiste, será necesario plantearse poner un suelo nuevo.
¿Necesitas limpiar tu piscina? Ponte en contacto con Galvañ y pide presupuesto para el arenado de piscina. ¡Que el verano no te pille desprevenido!
